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¿Qué son los temores nocturnos?
Durante los terrores, quien lo padece no controla sus movimientos y se despierta de forma súbita, gritando, con taquicardia, sudoración e hiperventilación. La sensación de malestar, te la puedes imaginar.
No debemos confundir pesadillas o terrores nocturnos, pues son cosas bien distintas. Las pesadillas ocurren cuando estamos dormidos, en plena fase REM, y cuando nos despertamos, lo hacemos por completo. Por el contrario, un episodio de estos es una alteración del sueño al despertar que dura de 10 a 20 minutos para luego seguir durmiendo.
Además, solemos recordar las pesadillas, pero normalmente nadie se acuerda de haber pasado por este trance.
En niños y bebés
Los terrores en niños suelen ocurrir a partir de los 2 o 3 años, disipándose en la adolescencia por norma general. Alrededor de un 1% y un 6% de los niños lo sufren, y en el 80% de los casos hay problemas o antecedentes familiares en el campo de los trastornos del sueño.
Si tu hijo o bebé (1 año, 5 meses, 8 meses, 18 meses o lo que sea) presenta síntomas de interrupción del sueño, acude inmediatamente a un profesional. Seguramente no sea nada grave, pero el sueño es imprescindible para su desarrollo.
Síntomas
Los síntomas que describen a los terrores de noche son similares a los de las pesadillas, pero, como ya hemos visto, son trastornos diferentes. Estos ocurren con una frecuencia menor al 1% en adultos y entre el 1% (entre los 20 y 30 años) y el 6% en la infancia (de 3 a 12 años).
Estas son las características de los terrores nocturnos (pueden presentarse una o más de una):
- Sentimientos de miedo y terror que pueden confundirse con episodios de parálisis del sueño.
- Los pacientes se suelen levantar de la cama en posición vertical.
- Ojos abiertos y cara de pánico.
- Se profieren gritos.
- Sudoración.
- Alto ritmo cardíaco.
- Respiración acelerada.
- Forcejeo, reflejos de huida, puñetazos o patadas.
- Se puede no reconocer a familiares durante la crisis.
- A veces, las personas se ponen a caminar. No obstante, es algo muy distinto al sonambulismo.
Causas
Los terrores nocturnos suceden cuando nuestro Sistema Nervioso Central se hiperactiva cuando estamos durmiendo, pero su origen era desconocido hasta hace relativamente poco. Hasta que no se profundizó un poco más, se solían confundir con pesadillas o sonambulismo.
Sin embargo, los expertos coinciden en algunas de las causas más frecuentes de esta hiperactivación cerebral:
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos que alteran las fases del sueño.
- Tener fiebre.
- Falta de madurez cerebral, especialmente en niños: todavía les cuesta despertarse correctamente.
- Cansancio y estrés.
- Horarios de sueño irregulares.
- Genética, aunque la causa hereditaria es imprecisa.
- Mala cantidad o mala calidad de sueño (insomnio).
- Ansiedad.
- Depresión.
- Fuertes problemas emocionales.
- Consumo excesivo de alcohol o drogas.
En consecuencia, se sufre de somnolencia durante el día, que afecta a nuestras relaciones personales, familiares, laborales y/o escolares. Además, suelen alterar la higiene del sueño de todos los miembros de la familia, relacionándose así de forma directa e indirecta con casos de insomnio.
Tratamiento: ¿qué hacer en niños y adultos?
Conocer las causas de tus problemas (ya sean de sueño o no) es una de las mejores maneras de solucionarlos. Es por ello que existen distintas formas y remedios para tratar los terrores nocturnos. Si te parece, les echamos un vistazo.
Cambio de hábitos y nuevas pautas
- Establecer horarios de sueño regulares.
- Evitar el estrés laboral.
- Haz que tu entorno sea agradable y tranquilo a la hora de acostarte (o acostar al niño).
- Evita actividades excitantes antes de dormir, tales como ejercicio (en adultos) como ver películas de miedo (en niños).
- Evita drogas y alcohol.
- Prueba técnicas de meditación y relajación.
Si eres padre o madre y tu hijo o hija lo padece, sabrás que es imposible consolarlos cuando están pasando un episodio de terrores. Sobre todo, asegúrate que no se hace ningún daño y evita despertarlo para que se duerma fácilmente cuando se calme.
Casos crónicos
Cuando los casos de pavorus nocturnus son frecuentes es cuando debemos preocuparnos un poco más y acudir sí o sí a ayuda experta. Algunos de los tratamientos para cuando es un problema recurrente son:
- Psicoterapia profesional para detectar si hay alguna afección psicológica mayor.
- Medicamentos bajo receta, como el diazepam u otras benzodiacepinas.
Raramente se medica a una persona que padece este trastorno.
Referencias y ampliación