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Qué es la depresión y tipos
Estar depresivo no es lo mismo que estar triste o melancólico de forma puntual. Se trata de una enfermedad o trastorno mental muy común y bastante grave que interfiere con el día a día de las personas que lo sufren.
La depresión es una enfermedad clínica o trastorno del estado de ánimo que hace que nos sintamos mal con nosotros mismos y que no podamos disfrutar de nada -más adelante veremos algunos de los síntomas más comunes.
Tipos de depresión
- Distimia o trastorno distímico: síntomas comunes de la depresión durante largo plazo de tiempo que impiden desarrollar una vida con normalidad.
- Grave: incapacidad casi total para realizar actividades como estudiar, trabajar, dormir, comer o disfrutar de cualquier actividad en general.
- Psicótica: se acompaña de algún tipo de psicosis.
- Posparto: la que se da en mujeres que acaban de dar a luz.
- Posvacacional (trastorno afectivo estacional): normalmente recurrente en otoño e invierno, por la falta de horas de sol.
- Trastorno bipolar: no es un tipo de depresión en sí, pero sí una enfermedad que se caracteriza por episodios de euforia y episodios depresivos.
Causas de la depresión
Es complicado determinar un origen concreto de la aparición de la depresión. Se lleva estudiando muchos años, y algunas de las conclusiones a las que se han llegado son las siguientes:
- Componentes genéticos: existe predisposición en el ADN.
- Factores biológicos: cambios estructurales en el cerebro y malfuncionamiento de los neurotransmisores del SNC (Sistema Nervioso central).
- Estrés: especialmente el de tipo sub-crónico, que podemos llevar dentro desde algún suceso traumático en la infancia.
- Trauma psicológico.
- Una dieta poco saludable puede derivar en trastornos depresivos.
- Obesidad y sobrepeso.
- Sistema inmunológico débil.
- Vida sedentaria e inactividad física.
- Adicción al tabaco (tabaquismo).
- Alergias o
- Gingivitis y periodontitis.
- Una mala higiene del sueño.
- Deficiencia de vitaminas, especialmente de vitamina D.
Como ves, muchas de ellas pueden ser tratadas con unos cambios de hábitos. Otras, sin embargo, requieren de tratamiento farmacológico.
Síntomas de depresión
- Sentimientos de desaliento, impotencia, vacío existencial y tristeza extrema.
- Pensamientos frecuentes de muerte o suicidio.
- Sentimientos de culpabilidad.
- Pérdida de interés en cualquier actividad que en su día resultaba placentera.
- Problemas para concentrarse.
- Se olvida de las cosas (en las personas mayores esto puede ser síntoma de demencia).
- Pérdida de libido.
- Cambios en el peso y el apetito (comer demasiado o no tener nunca hambre).
- Somnolencia durante el día.
- Problemas digestivos o gastrointestinales.
- Pérdida de energía, fatiga.
- Insomnio u otros trastornos del sueño en la adolescencia u otras etapas de la vida.
¿Por qué se tiene insomnio si estamos deprimidos?
Como ya hemos visto, los problemas para dormir y la depresión van de la mano. La mayoría de pacientes depresivos sufren problemas de insomnio u otros trastornos relacionados con la privación del sueño.
Por cierto, no solamente se sufre de insomnio. De hecho, algunos casos de depresión presentan somnolencia diurna excesiva (hipersomnia).
Sea como sea, si te cuesta dormir desde hace un tiempo y se te ha olvidado la posible causa, acude al médico para un buen diagnóstico.
Cómo curar el insomnio por depresión
Si ya de por sí es difícil vivir con insomnio, imagínate mezclarlo con depresión. La verdad es que el cóctel no es para nada atractivo, pero sucede más de lo que pensamos. Afortunadamente, existen diversos métodos y tratamientos para la depresión que nos ayudarán a paliar nuestros problemas para conciliar el sueño. De todas formas, ya sabes que si sufres de cualquier trastorno mental o físico, debes acudir al hospital o ambulatorio.
Tratamientos farmacológicos
Al ser el insomnio uno de los síntomas más evidentes, los que sufren de él se quieren refugiar en seguida en las pastillas para dormir. Sin embargo, esta no es una solución a largo plazo y puede agravar nuestro trastorno depresivo, que, a su vez, empeorará nuestros problemas de sueño. Es el pez que se muerde la cola.
Eso sí, son conocidos los medicamentos que se suelen diagnosticar para tratar la depresión. Siempre bajo prescripción médica, los más comunes son:
- Los SSRI (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina): Prozac, Luvox, Celexa, Lexapro, Paxil, Zoloft.
- Los SNRI (inhibidores de serotonina y norepinefrina): Effexor, Pristiq, Ixel, Dalcipran, Cymbalta
- Tricíclicos: Elavil, Endep, Tryptanol, Trepiline, Amyzol, Norpramin, Pertofrane o Anafranil, entre tantos otros.
Psicoterapias
Cualquier problema emocional o trastorno debe tratarse cuanto antes para evitar mayor repercusión. Cada día más personas acuden al psicólogo y es un refuerzo que nos puede ayudar a llevar mejor nuestra vida diaria.
Cada psicoterapeuta enfocará las sesiones de una manera u otra, en función a cada paciente y a su propia manera de trabajar. La psicoterapia ayuda a descubrir las causas de nuestra depresión y nos ofrece soluciones para afrontar mejor nuestra condición. Por ejemplo, en un tratamiento con psicoterapia:
- Se hablará de lo que está causando nuestro trastorno y cómo podemos eliminarlo o mejorarlo.
- Se fomenta una actitud y pensamientos positivos en lugar de los derrotistas.
- Se intenta fomentar una mejora en la interacción con otras personas.
- Permite recuperar las riendas de tu propia vida de forma sana y mentalmente saludable.
- Evita, en gran parte, futuros episodios depresivos.
Se puede combinar (o no) con medicamentos. Dependerá de tu caso y del profesional que te trate.
Terapia electroconvulsiva
Aunque parezca de otras épocas y evoque a manicomio o a La Naranja Mecánica, la terapia electroconvulsiva es una práctica que se sigue dando a día de hoy bajo supervisión médica y con mecanismos mucho más avanzados que antaño. Si tu médico la propone, no te asustes.
Se trata de colocar electrodos en el cuero cabelludo y aplicar corriente eléctrica de bajo voltaje para generar actividad en el cerebro. Se trata de una técnica que no solamente alivia los síntomas, sino que ayuda a personas que por su grado de depresión llegan a estar catatónicas y no se pueden ni mover.
No duele, no se recuerda y sirve también en algunos casos menos graves pero que, por ejemplo, no pueda tomar antidepresivos. Recuerde que esto es siempre bajo supervisión profesional.
Remedios naturales
Si sufres de depresión, es posible que el término “terapias naturales” o “alternativas” te suene a cuento chino, pero no dejan de ser un complemento que pueden ayudarnos mucho. Sin dejar de lado la medicina, realizar una serie de cambios en nuestros hábitos o probar remedios menos agresivos que los fármacos puede sernos de mucha utilidad
- Suplementos vitamínicos naturales o extractos de plantas, como la hierba de San Juan.
- Infusiones tranquilizantes de valeriana, flor de la pasión o rhodiola.
- Consumo moderado de chocolate: no te olvides que es imprescindible una buena dieta, ¡así que no te pases!
- Realiza actividades que te ayuden a sociabilizar y salir de tu bucle depresivo: clases de cocina, yoga, maratones por la montaña… ¡busca tu motivación!
- Sal con tus amigos y familia.
- Evita el alcohol y las drogas, así como el tabaco.
- Haz ejercicio y come bien.
- Intenta llevar una buena higiene del sueño.
Advertencias y precauciones
En MeVoyADormir proporciono siempre información educativa que no debe ser tomada bajo ningún concepto o circunstancia como consejo médico. Los proveedores de atención médica (profesionales de la salud) deben ejercer su propio juicio clínico independiente, y es a quiénes has de acudir en caso de presentar cualquier síntoma o tener alguna duda. Aquí no hay milagros ni curaciones mágicas, solamente información seria y responsable. Con tu salud no se juega. Puedes ampliar tus conocimientos sobre el tema con estas publicaciones científicas de referencia: