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Problemas para dormir por ansiedad
Aquellas personas que padecen de insomnio y ansiedad a la vez deben aprender a manejarlo de la forma correcta para llevar una vida mental y físicamente sana. Si no, a corto y largo plazo, las consecuencias pueden ser nefastas.
Tipos de ansiedad
El término “ansiedad” es un tanto genérico, y en los últimos tiempos se aplica tanto a trastornos más leves (“tengo ansiedad por los exámenes”) como los más graves (ataques de pánico). Se caracteriza por aprensión, miedo, preocupación y nerviosismo, pero es más o menos fuerte según el grado. Es por ello que debemos conocer qué tipos de ansiedad existen a grandes rasgos:
- Trastorno de ansiedad generalizada: todo nos preocupa constantemente, creemos que todo nos va a salir mal. La ansiedad es constante y no hay una causa específica.
- Ataques de pánico (trastorno de pánico): la persona sufre de ataques de terror repentinos sin una causa aparente. También se conoce como crisis de ansiedad.
- TOC (trastorno obsesivo-compulsivo): pensamientos intrusivos muy persistentes que inquietan a la persona que lo sufre y que generan conductas de repetición, como apagar X veces la luz antes de salir de casa o lavarse frecuentemente las manos. Aparece en la adolescencia.
- TEPT (trastorno postraumático): se genera tras un acontecimiento estresante y muy traumático, como las amenazas de muerte, el acoso sexual o la guerra.
- Estrés agudo: parecido al anterior, pero de un nivel inferior, pues tras el acontecimiento traumático, la ansiedad dura de unos minutos a unos días, no es a largo plazo.
- Fobia social: miedo a situaciones sociales por temor a pasar vergüenza. Es muy común.
- Cualquier tipo de fobia en general.
- Ansiedad generada por consumo de sustancias o estupefacientes.
Causas más frecuentes
- Factores ambientales o externos: situaciones traumáticas, estrés laboral o escolar, problemas financieros, problemas de pareja o familiares, falta de oxígeno en las alturas (si vamos de escalada, por ejemplo).
- Factores médicos: síntomas del consumo de anfetaminas, heroína o cocaína, o de medicamentos con receta como el Vicodin o las benzodiazepaminas.
- Factores genéticos: hay predisposición dentro de una misma familia.
- Factores químicos: a veces, los neurotransmisores no trabajan a los niveles normales y nuestro cerebro responde mal ante ciertas situaciones.
Síntomas
Es difícil hacer una lista de síntomas, pues como ya has visto, cada tipo de trastorno de ansiedad es provocado por una cosa u otra, y los síntomas pueden ser desde palpitaciones fuertes hasta verdaderos ataques de terror.
Lo más sensato para un buen diagnóstico es acudir al psiquiatra, psicólogo, a tu médico o a un/a profesional en enfermedades mentales para que te diagnostique de la forma correcta. Te harán tests, preguntas, examen físico y se tendrá en cuenta tu historial médico. Tranquilo/a, al final darán con la solución.
Algunos de los síntomas más generales son:
- Preocupación excesiva sobre un tema o un acontecimiento en concreto que dura más de seis meses.
- Dificultad a la hora de controlar nuestro nerviosismo o preocupación. Se nos va de las manos.
- Fatiga.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Dificultad de concentración.
- Intranquilidad.
- Problemas para dormir (insomnio). Probablemente el síntoma que más se manifiesta en casi todos los casos.
¿Es la ansiedad la causa de tu insomnio?
Como has podido ver, sea cual sea tu tipo de ansiedad, lo cierto es que todas ellas tienen como síntoma casi seguro el del insomnio. Una persona con fobias o que padece de TOC o que haya vivido una situación de mucho estrés va a tener problemas para conciliar el sueño por las noches.
No solamente se trata de insomnio, sino que se pueden presentar multitud de problemas a la hora de costarse, como por ejemplo pesadillas que reviven acontecimientos traumáticos, o terrores nocturnos.
En algunos casos puede provocar sonambulismo.
Tratamientos más eficaces
Como bien sabes, hemos de llegar al origen de tu problema para poder solucionarlo. No basta con tomarse unas pastillas para dormir, pues puede que te ayuden a cerrar los ojos una noche, pero la ansiedad seguirá existiendo.
Es por ello que es imprescindible la ayuda profesional de tu médico o psicólogo, los cuáles determinarán el grado de tu trastorno y ayudarán a paliar los síntomas. Entre ellos, el del insomnio.
Has de comprender que el insomnio se puede controlar. En ocasiones nos ponemos todavía más nerviosos (generando más ansiedad) cuando no paramos de dar vueltas en la cama. No te preocupes, pues es totalmente controlable.
Algunos de los tratamientos más comunes de la ansiedad son:
Asesoramiento psicológico profesional
Solamente un experto o experta en trastornos mentales será capaz de diagnosticar con eficacia nuestro problema, atacar la raíz del mismo y ponerle la solución adecuada.
Según el profesional al que decidas ir, se llevará a cabo una terapia conductual, psicoterapia o una mezcla de ambas (o muchas otras).
Depende de tu trastorno, de lo que cause tu insomnio y ansiedad y de tu estilo de vida, los resultados serán antes o después. Pero no te preocupes porque todo tiene solución.
Medicamentos bajo prescripción médica
Obviamente, será un médico profesional el que decida si necesitas fármacos para el insomnio. En este caso serán medicamentos para la ansiedad, pues es el origen de nuestros problemas para dormir. Recuerda que si estás embarazada, este tratamiento no es para ti. Los fármacos más recetados en estos casos son:
- Benzodiazepinas, como el Diazepam, Clonazepam, Lorazepam o Alprazolam. Si no te suenan estos nombres seguro que sí lo hacen algunas de sus marcas comerciales, como Valium o Xanax. Sus efectos secundarios son muy fuertes y causan fácilmente adicción.
- Anti-depresivos o supresores de serotonina, aunque están pensado para tratar la depresión, en ocasiones se recetan para combatir la ansiedad. El Prozac es una de las marcas más conocidas en este campo, aunque hay muchas otras.
- Tricíclicos, muy usados últimamente en trastornos de ansiedad, especialmente el obsesivo-compulsivo. Trofanil o Anafranil son algunas de las marcas comerciales de los mismos.
Remedios y consejos para hacer en casa
Como ya sabes, antes de medicarte siempre puedes probar alternativas menos intrusivas para ti. Esto va genial especialmente para la tercera edad, aunque es positivo para todo el mundo. Eso sí, si el grado de ansiedad es muy grave o padeces de algún trastorno como los mencionados más arriba, la consulta a un/ experto/a es obligatoria.
- Aprende a controlar el estrés y problemas para dormir: no te lleves el trabajo a casa y no te agobies tanto con las fechas de entrega. Organízate mejor y habla con tus jefes o profesores si no puedes llevar tanto volumen de trabajo.
- Prueba con técnicas de relajación, haz yoga o pon en práctica el mindfulness.
- Aprende a respirar con el abdomen: inspira lentamente por la nariz y lleva el aire al abdomen en lugar de al pecho. Luego, poco a poco, ves soltando el aire por la boca.
- Sustituye los pensamientos negativos por una actitud positiva ante la vida.
- Visualízate en paz y cumpliendo todos tus objetivos y sueños en la vida.
- Haz ejercicio.
- Toma un baño relajante, especialmente antes de ir a dormir.
Lo mejor, una buena prevención
No podemos evitar que sucedan acontecimientos traumáticos en nuestra vida, pues no controlamos el destino ni el azar. Sin embargo, existen una serie de consejos que ayudan a prevenir la ansiedad, y con ella, el insomnio.
- Reducción de sustancias excitantes, como la cafeína o el alcohol.
- Hacer ejercicio de forma regular y mantenerse en forma (¿recuerdas lo de mens sana in corpore sano?)
- Comer de forma saludable y equilibrada.
- Tener una buena higiene del sueño.
- Evitar las drogas.
Advertencias y precauciones
Como ya has podido ver aquí arriba, mis consejos sobre el tratamiento son el asesoramiento psicológico profesional, la consulta a un médico, remedios caseros en casos leves y, sobre todo, la prevención. En ningún momento te voy a vender nada, ni te voy a decir que esto es consejo de una doctora o un profesional del sueño. Se trata de información recabada a consciencia y con mucho cuidado con fines educativos e informativos, para una primera ojeada y consejos básicos para poder orientarte un poco. Para más información, aparte de consultas médicas a profesionales, te recomiendo que le eches un vistazo a estas publicaciones científicas: